viernes, 13 de abril de 2018

Condición de equilibrio


En la apatía de un estado degenerado
te veo refutar mis hipótesis
reduciéndolas al absurdo
y dejándome sin teorema.

Maldita la histéresis de mi sistema
que aún sin el estímulo de tu amor
enamorado de ti queda.

Mi razón por tu recuerdo nublada
llevando al límite mi cordura,
yendo a morir en el recuerdo
de la convergencia de nuestras miradas.

Se abre la veda a las memorias
que, por el efecto Doppler,
son dulces cuando llegan
y amargas cuando marchan.

Conservativa es la fuerza que a ti
me liga, que no importa lo que pasara
si estar junto a tu fuera el fin
y conocerte el punto de partida.

Dulce el vaivén de tus amores
que uniformemente acelerados
nos mecía, cruel el muro de sinsabores
contra él, con un choque inelástico,
esto termina.

Añoro el calor de tus besos
que mi alma vaporiza,
mi ser poderoso se expande
queriendo ocupar el volumen del que disponía.

Una incertidumbre de tiempo
me indica cuando este estado termina,
yo mientras tanto sigo a tu lado
por la probabilidad de que quieras hallarme un día.

Errada la práctica, retomo la teoría
de amarte en la distancia
y llenar mi pizarra
de matemáticas sin ti vacías.

Y en el seno de un ciclo periódico
retomo desde el principio el ejercicio
esperando que la ciencia venciera
allá donde la fe en nosotros cayera.

No me daré por vencido,
que por la teoría de cuerdas
alguna dimensión hallara
en la que yo, constante, te quiera
y tú me correspondieras.

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