viernes, 13 de abril de 2018

Tu silencio


Y tú que no suenas,
del llanto irreparable que embota
mis sentidos ni un quejido brota
de mis labios apretados.
Miedo bajo capas de coraje que
amenaza con subir, escalando mi
garganta con sus garras clavadas
bien profundas en mi ser.

Y tú que no suenas,
mano cobarde que marca su número
traicionera a la intención del resto
de mi cuerpo. ansiedad que consume
mi ánimo y mis murallas.

Y tú que no suenas,
brisas de pensamientos que destierro
para no dejar que se hagan tormenta
entre mis huesos y me hagan explotar
en una sinfonía de gritos y lamentos.

Y tú que no suenas,
y me hallo prisionera en el bucle
que transforma mi pena en rabia
y la ira en llanto. Barca a merced
de tus vaivenes que ansía arribar a
una playa sosegada, parto
en busca de un recuerdo alegre que
se lleve las lágrimas que brotan ya en mis ojos.

Y tú que no suenas, ¡y yo bomba
de relojería misteriosa que advierte
de su explosión con voz firme!...Mientras
la posterga sin remedio por debajo
de las sábanas empapadas
de lágrimas cobardes.

Y tú, tú callas y sonríes indulgente
menospreciando mis rabietas sabedoso
de que mi reloj siempre te dará
un segundo más, aunque no te lo merezcas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario