viernes, 13 de abril de 2018

Reflexiones de una victoria


Lágrima, sal y se libre, inunda mis ojos, recorre mi rostro, búscale y cuéntale qué te hizo salir de tu morada. Suspiro, vuela raudo, rodea mis labios rompiendo su sello, flota en el viento hasta su oído y cuéntale qué te hizo aumentar su frenesí. Alma, abandona mi cuerpo y visita sus sueños, cuéntale que...por él muero. Hacedle entender que con cada día nuevo, el amanecer es gris si él no está, que la luz me daña el rostro que él no quiere besar, que la oscuridad  atormenta mi existencia cada vez más amarga sin su presencia. Pero decidle también que..sino hay luz en mi mente, yo misma haré fuego, que si el Sol me quema la piel, yo misma buscaré la sombra; decidle que sino quiere venir, estaré mejor sola. Seré amante de un lucero para que me de su luz pura y transparente que curará las heridas de tus mentiras. Lloraré por un amor vivo que me hará recordar que el nuestro ha muerto. Me erguiré  decidida a ser la reina del olvido y encerraré tu recuerdo en un cofre donde nunca más podrá ser sufrido. Dadle también esta llave, la de su cofre maldecido, y reíros al llamarle cobarde y contadle que a su doloroso recuerdo por fin he vencido.

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